Reciclaje Artístico, Publicidad Sostenible y RSC
El Medio Ambiente está de moda. Palabras como biodiversidad, consumo orgánico o sostenibilidad han tomado peso en nuestra rutina diaria, cuando antes no estaban casi ni inventadas. Y el hecho de que el cuidado y la protección del medio ambiente solo estén de moda porque nos lo estamos cargando día a día, es triste. Muy triste.
Somos una sociedad consumista y aniquiladora que agotamos cualquier recurso que cae en nuestras manos. Eso no es nuevo. El problema viene cuando no se hace nada para remediarlo y lo que nosotros consideramos basura se acumula hasta cubrirnos los tobillos.
He aquí donde las empresas están viendo el filón. El reciclaje artístico (entendido como reutilizar desechos y artículos de la basura para crear piezas artísticas) es la nueva gallina de los huevos de oro de la publicidad y el marketing, sobre todo de las grandes empresas y su tan polémica Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Todas las grandes marcas se han subido al carro del reciclaje, ya sea de una manera u otra. Nintendo ha desarrollado una gama de productos y accesorios sostenibles. Algodón orgánico, bambú, soja o cáñamo son los nuevos materiales que el gigante asiático ha añadido a su receta del éxito.
El año pasado la marca de zapatillas OAT sacó al mercado su colección “Virgin Collection”, las primeras zapatillas biodegradables. Hechas en materiales orgánicos, estas zapatillas se descomponen rápidamente y traen incrustadas en su interior semillas para que una vez vuelvan a la tierra crezcan arbolitos por doquier.
Otra de las grandes marcas de zapatillas y ojo del huracán en lo que a medidas sociales se refiere es Nike. El rey por antonomasia de los artículos deportivos sacó no hace mucho las primeras zapatillas hechas con revistas recicladas. Su colección “Premium Print Pack” se enorgullece de que cada zapatilla sea única en el mundo y de haber reducido el uso de nuevos materiales en un alto porcentaje, sustituyéndolo por materiales reciclados, como plástico o papel.
Y es que queda claro que el mercado de las zapatillas y la ropa están de moda. New Balance junto con Coca-Cola han desarrollado “Newsky”, las nuevas zapatillas hechas a base del plástico reciclado de las botellas de Dasani, el agua embotellada de Coca-Cola. Levi´s, el imperio de los vaqueros, lanzará en 2013 su nueva colección “Waste Less”, en la que usa 8 botellas de plástico reciclado para la fabricación de cada pantalón y H&M lleva ya un par de años sacando una línea de ropa hecha a base de algodón orgánico.
Pepsi y Coca-Cola han realizado numerosas acciones de ámbito social destinadas a la concienciación y el reciclaje. Pepsi realizó una campaña para concienciar del uso excesivo que se hacía de bebidas embotelladas en plástico y del impacto que esto supone en el medio ambiente. Para ello creó el “Bottle School Project” donde reutilizó cientos de botellas recicladas para crear pequeñas aulas y escuelas donde los niños menos favorecidos tuviesen un lugar donde aprender.
Por supuesto Coca-Cola no iba a ser menos. Este mismo año la marca más reconocida de la historia concienció a sus clientes de la necesidad de reciclar las botellas que consumían. Consiguió más de 13.000 botellas, que más tarde convirtió en un parque infantil que donó al Jardín Botánico de Quito.
Wolkswagen, para promocionar su nueva línea “Bluemotion” creó un anuncio impreso que en vez de gastar papel incitaba al lector a reciclarlo. En cada uno de sus anuncios impresos incluían una pegatina con la dirección de una planta de reciclaje, para una vez terminases de leer la revista la echases al buzón, convirtiendo el buzón en un contenedor de reciclaje más.
La Fundación OndaAzul por el medio ambiente ha llevado a su máxima expresión la concienciación y el amor por el reciclaje. Con una campaña de materiales ha llenado las calles de anuncios realizados en distintos materiales y con la información de la vida de éstos. “Este anuncio se autodestruirá en…” informa de que por ejemplo, el plástico tarda más de 100 años en descomponerse, el papel 180 días o la madera 13 años.
Y es que queda claro que llevamos años viviendo una realidad medioambiental ficticia para encontrarnos ahora con que no solo el mundo y el clima se vuelven locos sino que generamos tanta basura que nos somos capaces de procesarla.
Y vemos como cada vez más el cuidado por el medio ambiente y lo reciclado venden y todo lo que lleve la palabra “bio” u “orgánico” tiene el éxito garantizado. Los consumidores callan sus conciencias y las empresas limpian su imagen. Y si ya de paso, sólo de paso, hacemos algo bueno por el universo y concienciamos un poquito al personal, mejor que mejor.
Con ello las empresas no solo están consiguiendo aumentar sus ventas, sino cobrar más por un producto por el simple hecho de que está en consonancia con el medio ambiente. Y es que recoger material de la basura cuesta, pagar un precio justo por ellos también.
Pero son ellas, las grandes empresas, las únicas a mi parecer que pueden gestar ese cambio que esta sociedad necesita para sobrevivir. El reciclaje artístico ya sea enfocado al arte o a la publicidad, ofrece numerosas ventajas como son la recuperación de objetos y materiales contaminantes, la generación de ingresos a través de la basura o la concienciación y conservación de medio ambiente. Si para que ello llegue a la mente del consumidor se necesita que sea de la mano de grandes multinacionales, bienvenidas sean; que provoquen un cambio de conciencia y de paradigma de consumo. Yo mientras, me sentaré a esperar a ver qué pasa…